
Las fantasías sexuales son una forma mas en la que se puede manifestar nuestra sexualidad. La fantasías son representaciones mentales que construimos desde nuestra imaginación y que nos permiten explorar/jugar con nuestros propios limites. Podemos fantasear con lo que nos genera culpa, pudor o vergüenza, con lo que no le contaríamos nunca a nadie, con lo que se escapa de la represión, con lo prohibido, lo intensamente placentero y con lo no realizable; ya que en el caso de llevar la fantasía a la realidad; deja de ser fantasía y puede perder toda la magia que nos permitimos mentalmente…
Para muchas personas –el fantasear- resulta de gran utilidad al permitirles volar mas allá de la realidad, potenciando y dando existencia al deseo y la excitación, tanto en hombres como en mujeres.
Veamos un ejemplo: es muy distinto estar fantaseando durante la semana sobre el viernes en la noche e imaginar que vas a aprovechar de lavar ropa, planchar y estudiar/trabajar… y que si suena la alarma del auto del vecino, vas a ir a desinflarle las cuatro ruedas…a fantasear con que te vas a juntar con tu pareja en un hotel de lujo, con sabanas blancas, mientras afuera hay una tormenta eléctrica y el o ella, viene saliendo de la ducha envuelt@ en una bata…. Lo mas probable, es que la realidad de tu viernes no sea tan glamurosa como te permite idealizar la fantasía sexual, pero la anticipación y el deseo se verán bastante más favorecidos aquí, que si piensas en planchar o desinflar ruedas…
Hay parejas a las que les resulta particularmente erótico el hablar y compartir sus fantasías, así como hay otras que se sienten amenazadas y/o inseguras… tus fantasías son tuyas y tienes todo el derecho de no compartirlas si no quieres.
Autor: Rodrigo Jarpa.